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temprano que tarde este momento tenía que llegar. Veréis: un@ hace el
petate, se va de casa, ¡vuela del nido! y ocupa SU (por fin SU, aunque en
realidad sea del arrendador o del banco) nidito de amor, El Refugio, La Guarida.
Todo es perfecto en esa nueva vie en
rose; el polvo se acumula, la comida se chamusca, el fregadero se llena, la
cama -extrañamente- no se hace sola… pero el éxtasis de la emancipación te
sigue haciendo verlo todo perfecto. Te sientes libre sentado en TU sofá con los
pies sobre TU mesa; te sientes joven pero
sobradamente preparado.
Efectivamente,
las mudas son las primeras prendas que se volatilizan. Y el joven pero sobradamente preparado mengua
frente al cubo de la ropa sucia hasta convertirse en un Polluelo acojonado,
perdón, acongojado. Las bandas sonoras más representativas del momento son las
de Tiburón o Psicosis. ¿Os ponéis en situación, verdad? ¿Os sentís
identificados?
Bajo
mi punto de vista, la lavadora y la plancha son las peores amigas del
emancipado. Dos “tipas” repelentes y aburridas. Sin embargo, no es decente ir
por la vida apestando ¡y menos sin ropa interior!, así que cuanto antes plantemos
cara a estas dos petardas, antes volveremos a sentirnos jóvenes pero sobradamente preparados y sobre todo, ¡Pollitos
limpios vestidos para triunfar! (o por lo menos, para no apestar).
El olor a ropa limpia
no se paga con dinero.
Lo advertíamos en Facebook: ¡ya va siendo hora de poner la lavadora!. Para
ello, empezaremos por el principio. ¿Qué cuál es el principio?
“Los trapos sucios se lavan en
casa”. ¡En TU casa, no en la de tu madre!
Repetid
conmigo: Lo de independizarme y llevarle
la ropa sucia a mamá no entra dentro de mis planes.
El
universo lavadora, programas, detergentes, coladas y colores es amplio. Como el objetivo es
“no agobiarse”, “no manchar la muda limpia mientras tratamos de poner la
lavadora”, vamos a adentrarnos en él poco a poco. De momento, prepararemos una
lista de productos básicos para poner la lavadora. Serán -como habitualmente-
mis productos básicos, la combinación de los 6+1 con los que yo libro la guerra
contra mi ropa sucia. Hay marcas a las que soy fiel, y otras a las que presto menos atención y esta vez han tenido "la suerte" de salir en la foto. De mis lovemarks hablamos otro día. Una vez más, estaré encantada de que me respondáis al post
con vuestros comentarios, dudas y sugerencias. ¡En este universo hay productos
para todos los gustos y bolsillos!
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